miércoles, 24 de marzo de 2010

¿Porqué camina en puntas de pie?

¿POR QUÉ CAMINA DE PUNTILLAS?



Es un hecho que muchas veces llama la atención y nos preguntamos la razón de que algunos niños caminen de puntillas.

Que los niños experimentan con su cuerpo y el movimiento, que a todos les gusta andar sobre los dedos de sus pies en alguna ocasión, es cierto. Es muy posible que el caminar de esta forma aporte información diferente al niño en cada paso que da, lo cual le provoque placer al hacerlo. Pero suele ocurrir que son los mismos niños quienes insisten en hacerlo una y otra vez.

Seguramente habrá varias explicaciones, y por supuesto no todas ellas reflejarán un "problema" que se deba solucionar. Este artículo no pretende dar respuesta a todas las posibles razones por las que los niños caminan de puntillas, pero analizaremos tres de las que nos proponen los expertos.


1. El reflejo de Babinski se halla en el niño al nacer, pero debe haber desaparecido al final del segundo año de vida. Es la reacción automática que hace que el bebé extienda todos los dedos del pie cuando estimulamos la planta del mismo. Lo hace extendiendo los dedos hacia el lado contrario que el pulgar, que mira hacia arriba (los dedos quedan abiertos como un abanico).

Con los reflejos primitivos ocurre a veces que no se integran o inhiben como sería de esperar en un desarrollo correcto. Esto puede afectar el desarrollo pues sería como si faltase un eslabón en la cadena del mismo. Los reflejos primitivos deben inhibirse (que no desaparecer del todo), deben dejar paso a reflejos posturales más complejos y maduros.

El reflejo de Babinski se inhibe cuando el bebé se arrastra (a los siete meses más o menos). En la acción de reptar, el niño empuja el suelo con su dedo gordo del pie para darse impulso y avanzar hacia delante. Los niños que no han reptado pueden tener este reflejo activo y esto provocaría que se sintieran más cómodos caminando de puntillas puesto que al estimular el suelo la planta del pie, sus dedos se disparan en direcciones opuestas. Andan de puntillas para evitar que se active este reflejo, o precisamente porque el reflejo está activo.

Para inhibir esta acción refleja, el mejor ejercicio es el arrastre, que debe ser contralateral: al mover la pierna derecha el niño avanzará ayudándose del brazo izquierdo y viceversa.


Otra posibilidad es realizar un movimiento rítmico en el que el niño se mece estando boca abajo, con las manos abiertas sobre el suelo a la altura de las orejas y los pies rectos con los dedos levantados contra el suelo. Los codos no deben estar apoyados, la barbilla estará pegada al pecho, y el cuello y cabeza deberán formar una línea recta con la espalda. En esta postura, el niño debe empujarse rítmicamente con los dedos de los pies de modo que realice un movimiento longitudinal desde los pies hasta la cabeza, meciéndose hacia delante y volviendo a la postura inicial (no hay desplazamiento como en el arrastre, sólo se trata de un mecimiento hacia delante). Este ejercicio ayuda a inhibir el reflejo de Babinski.


2. Algunos niños tienen disfunciones en la Integración Sensorial. Esto implica que sean extremadamente sensibles a determinados estímulos (puede ocurrir que les molesten sonidos que los demás apenas perciben, que no soporten la ropa, el aseo diario, los olores…), o también puede ser que sean demasiado poco sensibles (parecen nunca hacerse daño, no les impresionan las alturas, los movimientos bruscos…).


Cuando la hipersensibilidad se da en la planta del pie (en esta zona existen numerosos receptores sensitivos conectados con el resto del cuerpo a través del sistema nervioso), es muy posible que el niño opte por caminar de puntillas para evitar el contacto con el suelo o la suela del zapato.

En estos casos de hipersensibilidades, en los que muy a menudo no somos los padres capaces de ponerles los calcetines o el calzado al niño sin llegar a la "pelea", conviene realizar una estimulación táctil y propioceptiva en el pie del pequeño. Esto significa masajear la planta del pie de forma profunda, con fuerza. Así podemos relajar la zona y preparar al niño para calzarle a diario. Tras un tiempo de estimulación de este tipo podría el niño superar esta hipersensibilidad en la zona plantar (sería en este caso bueno consultar con un profesional de la Integración Sensorial que nos guiase adecuadamente en el logro de este objetivo).

También podemos estimular la planta del pie masajeándola con diferentes texturas como plumas, cepillos, aceites, talcos, estropajos… Animando al niño a que camine descalzo sobre la arena o el césped, sobre papel, lana, bolitas, sobre superficies frías o calientes…


Desde la Integración Sensorial se recomienda además jugar a caminar con pesos en ambas manos (equilibrando el peso de ambos lados), cargar con bolsas, llevar algo pesado en los bolsillos… Trepar, caminar por un tronco, chutar un balón…

3. Por último, podemos considerar uno de los principios de los que nos habla el Brain Gym (seguro no es sólo la gimnasia cerebral la que nos habla de esto, pero es la versión que conozco). El estrés, la tensión emocional, el miedo, la ansiedad, la inseguridad… todos estos sentimientos y estados bloquean el sistema. Esto es: bloquean tanto el cuerpo como el sistema nervioso. Así se entorpece el movimiento, el funcionamiento de la persona en general, pero muy especialmente se entorpece el desarrollo en el niño y se entorpece su aprendizaje.

Una de las soluciones pasa por realizar actividades de estiramiento. Éstas liberan tensiones y hacen que el niño esté más preparado para participar en lo que sucede a su alrededor, mejorando su capacidad de aprender.

Lo que interesa en este caso es el hecho de que estos estados emocionales de estrés y ansiedad, que son desgraciadamente comunes no sólo en adultos, sino también en los niños, llevan a la tensión y acortamiento de la musculatura de la parte de atrás del cuerpo (el cuello, la espalda, las piernas…). Así se acortan los músculos de la pantorrilla y el tobillo haciendo que el niño tienda a caminar más cómodamente de puntillas.


En general se recomiendan estiramientos suaves de la zona de la pantorrilla.


La flexión de pie. Sentado en una silla el niño pone una pierna sobre la otra de modo que el tobillo de ésta quede encima de la rodilla de la otra. Sujeta el tobillo con una mano mientras sujeta la rodilla de la misma pierna con la otra, agrarrándola por su parte interior. Sujeta estos dos puntos haciendo que exista una cierta tensión entre ambos mientras flexiona y estira el pie.
Luego masajea con las manos la parte de la pierna entre la rodilla y el tobillo. Si hay algún punto más sensible al flexionar y extender el pie, se debe masajear.
Seguidamente debe hacer lo mismo con la otra pierna, tobillo y pie.


El bombeo de gemelo. Estando de pie, el niño coloca una pierna delante de la otra. Se inclina hacia delante flexionando la pierna que queda delante (sin extender la rodilla de la pierna flexionada más allá de la mitad del pie) y extendiendo la que está detrás. En esta posición despega el talón posterior del suelo y lo vuelve a pegar al mismo. Debe repetir este movimiento tres veces con cada pierna.
Este ejercicio puede resultar más fácil si el niño se apoya contra una silla o una pared con los brazos estirados. Coloca una pierna hacia atrás mientras se inclina hacia delante flexionando la pierna que avanza. Debe hacer el movimiento de levantar y bajar el talón (presionándolo contra el suelo) de la pierna estirada. La pierna estirada y la espalda deben estar en el mismo plano recto.


Caminar de puntillas es algo considerado normal al iniciarse la marcha y durante el primer año o año y medio, pero si persiste de manera muy constante después de esta edad, debe descartarse que pueda existir una problema que debamos solucionar.

Incluso en los casos de trastornos neurológicos, el hecho de caminar de puntillas puede deberse a alguna de las tres causas que hemos mencionado y puede trabajarse de las maneras sugeridas.

Rosina Urirate.
Blog de Estimulación Temprana.

sábado, 20 de marzo de 2010

Día mundial del Síndrome de Down

21 de Marzo, día mundial del Síndrome de Down

En el año 2006, La Down Síndrome Internacional, fijó al 21 de marzo como la fecha para celebrar el día mundial de las personas con síndrome de down.
Eligieron esta fecha por ser el síndrome de down una trisomía del par 21. Es decir que en el par 21, tienen 3 cromosomas.
El objetivo de la celebración es promover a la sociedad, el conocimiento y la comprensión de las personas con síndrome de down. Creando así una conciencia positiva, así como apoyarlos, respetarlos y reconocer su dignidad, sus derechos y su bienestar para que puedan tener una buena calidad de vida.
Hace muchos años, cuando no se tenía ningún conocimiento de ellos, se creía que tenían una enfermedad y que no podían hacer nada, por lo tanto no se les enseñaba y se los ocultaba.
Por suerte esto fue cambiando y hoy en día se sabe que esta trisomía no es una enfermedad, sino es una condición de vida. Y se ha demostrado que con una buena estimulación, trabajo terapéutico, controles médicos, y sobre todo dándoles las oportunidades de poder demostrar que sí pueden, podrán atravesar grandes desafío y lograr cosas inimaginables para muchas personas.
Pero lamentablemente en muchos lugares se los sigue asociando con las personas que hacen las cosas mal, que no pueden aprender, que llegan a un punto y no avanzan, que son eternos infantes, que no tienen razonamiento, que no hablan, que no pueden relacionarse, que no … que no…. que no…
Es necesario poder cambiar esta opinión y que la gente sepa que si se las trata como se debe, pueden crecer sanamente, estar escolarizados, hacer deportes, actividades artísticas, estudiar en la universidad, divertirse, tener amigos, parejas, trabajo y una vida social como cualquiera. Pero todo esto lo pueden lograr sólo si tienen primero una familia y luego una sociedad que los incluye, respeta, valora y acepta tal como son.
En este día ayudemos a comunicar a la gente que no los ignore más, que deje de cruzar la calle cuando los ve, o dar vuelta la cara porque no sabe que hacer. Y sobre todo, que deje de dar el pésame a las familias que acaban de tener un hijo con síndrome de down, porque no es una desgracia, al contrario ha nacido un bebe y hay que felicitarlos. Con buena información, se los puede ayudar a salir adelante y tener una familia feliz.
Solos, es más difícil. Entre todos es mucho más fácil.

domingo, 14 de marzo de 2010

Cascos Verdes

CASCOS VERDES está buscando jóvenes para la capacitación en el cuidado del medio ambiente. Comienza en abril.


Cascos Verdes UDESA Universidad San Andres/UCA
La información figura en la pág:
www.cascosverdes.com
Central
Rodriguez Peña 2087 10ºB (esq. libertador)
4815-5781